Bocaditos de patata rellenos de queso crujiente con especias

Ponemos a hervir el agua en una olla grande. Agregamos las patatas enteras sin pelar y cocinamos hasta que las patatas estén suaves por dentro cuando inserte un cuchillo, durante aproximadamente 20 minutos.

Escurrimos y dejamos enfriar. Pelamos las patatas. La cáscara debe desprenderse muy fácilmente con un cuchillo de cocina. Rallamos con un rallador y colocamos en un bol grande.

En un bol, machacamos las patatas, la mostaza y los condimentos con las manos. Mezclamos bien, aplastando hasta que esté suave y combinado. Hacemos esto mientras la mezcla de patatas esté ligeramente tibia, ya que será más fácil "triturar".

Hacemos una pequeña bola de helado o una bola de masa para galletas y colocamos una cucharada de mezcla de puré de patata en nuestra mano (usamos aceite de nuestra mano para mantener la bola suave). Una vez enrollada en una bola, creamos un agujero con el dedo e introducimos un cubo de queso por dentro. Sellamos y volvemos a rodar hasta formar una bola. Colocamos en una bandeja y continuamos hasta que hayamos hecho unas 18 bolas.

Colocamos la harina en un tazón, la harina y el agua combinadas en otro y el pan rallado en un tercero. Sumergimos las bolas en la harina, luego en la mezcla de harina y agua y luego en el pan rallado. Continuamos hasta que todas las bolas estén cubiertas.

Calentamos abundante aceite en una sartén de hierro fundido. Calentamos hasta que una miga de pan chisporrotee cuando se la agreguemos. Agregamos las bolas de queso (no amontonamos la sartén) girándolas constantemente para que no se forme un lado plano, y freímos por todos lados hasta que estén doradas (entre 5-7 minutos).

Colocamos sobre un papel secante para absorber el exceso de aceite.

Cubrimos con perejil y servimos con una salsa para mojar opcional (Mayonesa Maille al toque de mostaza a la Antigua o al toque de Dijon).