Crostini de champiñones

Calentamos 1 cucharada de aceite de oliva en una sartén grande (de hierro fundido o antiadherente) a fuego medio alto. Agregamos las cebollas y salteamos durante unos 2-3 minutos hasta que estén transparentes. Agregamos azúcar, sal y vinagre balsámico y reducimos el fuego a medio. Continuamos cocinando durante 5 minutos más o hasta que se ablanden.

Agregamos los champiñones en rodajas a las cebollas y aumentamos el fuego a medio alto. Esperamos hasta que suelten líquido y cocinamos, revolviendo ocasionalmente, hasta que el líquido se evapore y los champiñones comiencen a dorarse, durante unos 8 minutos.

Agregamos ajo picado y 2 ramitas de tomillo (sin tallo) o 1 cucharadita de tomillo seco y cocinamos por 2 minutos más.

Precalentamos el horno a 200 C. Cortamos la baguette en forma recta, si preferimos crostinis más pequeños o en diagonal para crostinis más grandes y más largos (ver fotos) con un cuchillo de sierra.

Los colocamos en una bandeja para hornear. Untamos con 1 cucharada de aceite de oliva y cubrimos con trozos de mozzarella vegana.

Tostamos en el horno durante unos 5 minutos o hasta que el queso comience a endurecerse y se vea dorado. Si estamos usando baguette, usamos la función de asar a la parrilla de nuestro horno y revisamos el queso después de 3 minutos. Retiramos del horno.

Mientras se tuesta el pan, preparamos el aderezo balsámico de mostaza. En un tazón pequeño o una jarra, mezclamos la Mostaza Maille Dijon Original, el aceite de oliva virgen extra y el vinagre balsámico.ç

Cubrimos las rebanadas de crostini con queso con la mezcla de champiñones y cebolla caramelizada y rociamos con el aderezo balsámico. Espolvoreamos con sal y pimienta recién molida al gusto y decoramos con tomillo fresco.

Servimos caliente o frío. ¡A disfrutar!